Si, ya no está con nosotros nuestro castaño de indias. Os preguntaréis ¿Qué le ha pasado?…
A continuación os comento brevemente su historia y más abajo podéis ver unas fotos de cómo era cuando vino y cómo estaba cuando se fue.
Era el curso 92/93, en el colegio habíamos hecho un curso sobre “Huerto y jardín escolar” que organizaba el Ayuntamiento y que estaba dotado con herramientas y una serie de árboles y plantas. Allí estaba nuestro Castaño de Indias, era finito y tenía unas cuantas yemas; con él venían unas cuantas Catalpas, un Phitosforo, herramientas… el colegio no era como ahora, tenía otros espacios, decidimos poner los árboles próximos a lo que era al colegio (sólo existía el actual para Primaria), y a nuestro Castaño le tocó en una esquina, un poco separado por si echaba muchas raíces. Muchos años de cuidados y riegos después se convirtió en el “árbol del patio”, era el más frondoso, su tronco era muy robusto y nos daba todos los años infinidad de castañas “locas” como se las suele llamar, con las que jugábamos los más pequeños ( y algunos grandes). Con el paso del tiempo, le plantamos al lado un compañero, que ahora se ha quedado solo, pero que sigue sus pasos en cuanto a robustez y frondosidad. Cuando veníamos al colegio en septiembre, ahí estaba esperándonos con sus castañas, dentro de esas bolas verdes con pinchos, tan curiosas. Este año cuando llegamos no estaba, que habría pasado, no quedaba nada de nuestro árbol…
Parece ser que se había inclinado tanto que corría peligro de caerse y causar daños a las instalaciones o a nosotros/as mismos. Quizás los fuertes vientos del verano, las épocas de fuertes lluvias…, habían movido sus raíces o quizás ya había cumplido su función y cedía su papel a su compañero. El caso es que ya no podía sostenerse en pie y hubo que talarlo en su totalidad y ya no está, pero nos deja su recuerdo, su imagen, su sombra , sus castañas…
Febrero de 1993
Septiembre de 2015
