De vuelta por los Madriles

nos hemos encontrado,

recordando buenos momentos

del campamento tan esperado.

 

La comida: exquisita,

los animales: de escándalo.

Lo que menos nos ha gustado

ha sido volver al duro trabajo.

 

Ya estamos esperando

a que llegue el año siguiente

para poder disfrutar otro poquito

del ambiente campestre.