El pasado viernes 11 de marzo en la estación del Pozo, se celebró el homenaje a los fallecidos en el atentado del 2.004. Como todos los años desde ese día, nuestro alumnado de E.S.O. acompañado por el profesor Jorge G. participó con este entrañable comunicado.
Buenas tardes vecinos y vecinas del Pozo.
Gracias por haber acudido hoy, en este día, para recordar a todas las personas que sufrieron el atentado, así como a sus familias. Queremos compartir, mediante este homenaje, el dolor de ese día, con todos vosotros.
Nosotros vivimos y estudiamos en el Pozo y esta tarde nos gustaría compartir unas palabras, que hemos escrito para este homenaje a las víctimas de los atentados y especialmente a los que tuvieron lugar en esta estación.
Este homenaje es un recuerdo que debemos intentar que se mantenga en el tiempo para que no se olviden nunca aquellos corazones que se pararon aquel día, no solo los que dejaron de latir, también aquellos que se partieron por el dolor de perder a un ser querido.
Nosotras y nosotros no fuimos testigos de lo que pasó, pues no habíamos nacido todavía, pero gracias a los relatos de las personas que vivieron en primera persona aquel momento, y de las imágenes y vídeos que hemos podido ver, podemos llegar a entender lo que pasó y queremos compartir con vosotros el dolor, no solo por aquellas personas que aquel día dejaron un gran vacío con su desaparición, sino también aquellas lágrimas que se derramaron por la incomprensión y brutalidad de un acto que paralizó y nos cambió a todos desde aquel día.
Hoy debemos recordar a las personas que fallecieron ese día, y que aún están presentes en los recuerdos de los que aquí nos reunimos. Siguen en nuestra memoria, en nuestras palabras y en todos nosotros.
Esas personas que el día del atentado apenas se miraban al coger el tren, vecinos que apenas se hablaban, fueron cómplices, colaboraron codo con codo y cada vez que nos volvemos a reunir aquí, volvemos a revivir ese sentimiento de solidaridad, de unión frente a la tragedia.
Ninguna de las víctimas se merecía morir así, todas eran personas humildes que iban a estudiar o trabajar, no podemos entender que pretendían los terroristas con este acto.
Tras los primeros momentos de confusión se pasó del miedo del atentado al odio hacia las personas de origen musulmán, aunque nosotros pensamos que no hay que discriminar a nadie, salvo a los terroristas, ya que ellos no representan a la población árabe.
Estos sentimientos puros y desinteresados de los que nos hemos reunido hoy aquí, deben perdurar para que nuestra generación y las siguientes puedan entender lo que ocurrió aquel 11 de marzo de 2004, y aprendamos, que incluso en los peores momentos, la mayoría de nosotros es capaz de sacar lo mejor que hay dentro de sí mismo.
Aquel 11 de marzo se paró todo repentinamente, el miedo que sintió la sociedad se superó porque todas las personas se unieron y decidieron salir a la calle acudiendo a grandes manifestaciones por toda España.
Nuestra generación y las siguientes deben mantener vivo el recuerdo de ese día, con la esperanza de que no vuelva a ocurrir una tragedia similar, y que nos haga recordar que el ser humano tiene muchas cosas buenas y que, ante la adversidad, la solidaridad es lo que nos une siempre.
Muchas Gracias por su antención.