Como todos los años desde 2.004, fecha en que se produjo el brutal atentado, el 11 de marzo se ha celebrado  en el Pozo el homenaje a las víctimas.

Las alumnas del Colegio Trabenco han participado leyendo un texto sobre esta tragedia, que os escribimos a continuación:

Buenas tardes a todos los asistentes, nosotras vivimos y estudiamos en el Pozo y nos gustaría compartir con vosotros unas palabras que hemos escrito para este encuentro.

Gracias a los que aquí os reunís año tras año, nosotras podemos compartir con vosotros el dolor de ese día. Es un legado que debemos conservar para que no se olviden nunca aquellos corazones que se pararon aquel día, no solo los que dejaron de latir, también aquellos que se partieron por el dolor de perder a un ser querido.

Nosotras no fuimos testigos de lo que pasó, pero gracias a los relatos de las personas que vivieron en primera persona aquel momento, nosotras podemos entender y queremos compartir las lágrimas derramadas no solo por aquellas personas que aquel día dejaron un gran vacío con su desaparición, sino también aquellas lágrimas que se derramaron por la incomprensión de un acto que nos paralizó a todos y que nos cambió a todos.

Hoy podríamos pensar que hay muchas ausencias, pero están presentes en los recuerdos de los que aquí nos reunimos, en vuestras palabras, en los relatos que nos habéis transmitido de lo que ocurrió aquel día; en el que personas que apenas se miraban al coger el tren, vecinos que apenas se hablaban, ese día fueron cómplices, colaboraron codo con codo y cada vez que nos volvemos a reunir aquí, volvemos a revivir ese sentimiento de solidaridad, de unión frente a la tragedia.

Y esos sentimientos puros y desinteresados deben perdurar para que nuestra generación y las siguientes puedan entender lo que ocurrió aquel 11 de marzo de 2004, y aprendamos que incluso en los peores momentos el ser humano es capaz de sacar lo mejor hay dentro de él.

Nuestra generación y las siguientes deben mantener vivo el recuerdo de ese día con la esperanza de que no vuelva a ocurrir una tragedia similar, y que nos haga recordar que el ser humano tiene muchas cosas buenas y que ante la adversidad la solidaridad es la bandera que nos guía.

Muchas gracias por su atención.”

Desde el colegio Trabenco queremos agradecer a esta alumnas su interés y participación en este homenaje que sacudió nuestro barrio de una forma terrible, hace ya quince años.