Hace unos días vino a visitar nuestro colegio Miguel, uno de los responsables del Albergue de Doñana donde hemos estado alojados los de la ESO durante este campamento. Ahora, envía un correo que quiero compartir con todos vosotros, porque en realidad va dirigido a todos. Disfrutadlo.

Hola, María Antonia, ¿qué tal?

En primer lugar, decirte que no tengo palabras para agradeceros la atención que me prestasteis el otro día en la visita a vuestro colegio. Fue muy bonito, sobre todo la reacción de los chicos: me conmovieron, te lo digo en serio.

Cuando visité vuestro colegio me quedé sorprendido. Es ilusionante, y muy gratificante, ver cómo, con pocos medios y de la mano de la ilusión y las ganas de hacer cosas, es posible conseguir que la educación sea uno de los grandes valores en zonas castigadas, como puede ser El Pozo, y que, en absoluto, tienen nada que envidiar a los sectores “más favorecidos” de la sociedad. Y lo pongo entre comillas porque lo de favorecido es relativo: lo material no siempre alcanza, y ni mucho menos supera, a lo espiritual.

Quiero felicitaros por vuestro ENVIDIABLE trabajo y, por favor: seguid siempre así.

Muchas gracias por haberme brindado la oportunidad de conocer vuestro lugar de trabajo. Recibid siempre el más afectuoso de los saludos.

Miguel.

P.D.: Ese mismo día visité otros 4 colegios y bueno… No comment.